Razón de Vivir

Nos levantamos diariamente a trabajar con el compromiso de que debemos pensar en el futuro de nuestros hijos. Y nos pasamos todo el día fuera de la casa buscando quizás un bien mayor. Y en el transcurso nos preguntamos si en verdad estamos haciendo lo correcto. Pero seguimos trabajando, porque las deudas no se pagan solas...

Luego al final del día cuando llegamos a casa, tenemos miedo. Miedo a que nuestros hijos aprendan a vivir sin nosotros, miedo a que encuentren en otros esa cercanía que no podemos ofrecer y hasta nos sorprendemos a veces de como han crecido delante de nuestras narices y nosotros ni en cuenta.

Y la culpa por esta ausencia extrema, nos lleva al mismo lugar que les lleva a muchos: querer darles todo lo que se les antoje, y hasta lo que no. Y cometemos los mismos errores una y otra vez cuando todo tiene una solución: Tiempo de Calidad.

Sin embargo cómo compensar con tiempo de calidad, si a la hora que llegamos a nuestra casa solo queremos descansar de nuestra ajetreada vida laboral? La respuesta es: BALANCE.

Pero sobre todo hay que recordar que si nuestros hijos son nuestra razón de vivir, nuestro motor para triunfar; se merecen el crédito de darle lo mejor de nosotros, y lo mejor que le podemos dar es nuestro TIEMPO.
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