jueves, abril 5

Como perder amigos en 3,2,1...

Es posible pensar que los amigos verdaderos no se pierden, ya que si existe una amistad verdadera vale la pena salvar. Pero hay amistades tan frágiles que hasta la rotación de la tierra las puede hacer tambalear...

En cuestiones de amistad no hay persona mas fiel que yo, y eso es un problema porque doy mucho pero también exijo mucho. Es por eso que mis amigos se pueden contar con una mano. Pero últimamente me sobran dedos...

Sin embargo, para no hacer la historia mas larga, y para ampliar lo que dice el titulo de la entrada, voy a enumerar lo que considero las tres cosas que hacen disolver una amistad.

3. La política: No hay algo mas dañino que la política, (tener diferentes puntos de vista no es el problema). El problema es creer que uno y otro tienen razón cuando Todo el mundo sabe que los políticos son todos iguales.

2. El trabajo: Trabajar con un amigo suele ser desastroso. Sea que fueran amigos antes de trabajar o que en el proceso de la jornada diaria se haya desarrollado una afinidad. Sea el caso que sea el resultado es el mismo, cuando uno se destaque mas que el otro comenzaran los problemas.

1. La Admiración: Suena extraño si, pero es cierto. Todo comienza con admiración por lo que es una persona, por la forma de manejarse ante los demás, por sus talentos, por lo que sea que uno estime digno de admirar. Y luego los ponemos en un pedestal (del cual absolutamente nadie es digno) porque hasta la Biblia dice que "No hay nadie bueno, solo uno". Para luego darnos cuenta de que la realidad es cruda, y a veces solo son espejismos, reflejos de algo que no existe. Entonces bajamos de golpe, o nos bajan de golpe. En todo caso, nadie es perfecto.


Y Estos tres casos me han pasado, en los cuales he aprendido:

1-Que hay veces en que debe guardarse el orgullo y hasta pedir perdón (aunque no se tenga la culpa) por el bien de una larga amistad. Porque el tiempo vivido con esa persona supera todo inconveniente.

2-Que hay otras veces en que la amistad es buena, pero no tiene el tiempo necesario para que germinara el compromiso, y no se puede luchar. Hay que saber elegir las batallas, como y cuando, pero sobre todo cuando retirarse.