Pero recién me doy cuenta que no es que mi hijo se parezca a mi, sino que yo me parezco el. El es un niño normal que actúa de acuerdo a su edad. La ¨anormal¨ soy yo que todavia actúo como niña, jeje.
En otra entrada hable sobre mi alma de niña, y me enfoqué en las cosas positivas de ¨actuar¨ como tal. Pero tambien debo reconocer que hay muchas otras cosas de las que no estoy 100% orgullosa, y que a la vez me es casi imposible erradicar porque no lo hago a proposito.
Un ejemplo de esto es que yo no sé perder (ok, a nadie le gusta perder) pero yo me lo tomo muy a pecho. Me enojo muchisimo cuando juego cualquier juego con mis hermanos, amigos, esposo, etc. Casi siempre termino dejando el juego por mitad y probablemente no le hable a ¨ganador/a¨ en todo el día.
Tambien soy egoísta, solo pienso en mi (y no es porque sea mala persona) es que, como le decía a mi hermana un dia: ¨es que ni siquiera me paso por la mente¨... Refiriendome a una vez que mi familia le celebró un babyshower a mi cuñada en casa de una amiga, y habia que llevar una foto de cuando uno era niño, para un juego. En fin, despues que terminó la celebración todos nos fuimos a la casa y cuando llegamos nos dimos cuenta que las fotos se quedaron en el muro. Por lo que yo decidí ir con mi sobrina a buscarlas. Para no hacer el cuento largo, regresamos a nuestra casa, yo con mi foto y mi sobrina con la de ella. Y mi hermana se molestó tanto que me dió un sermón sobre ¨madurar¨, con tantos detalles de todas las veces que he actuado asi que solo le falto el Powepoint. ☺
Soy muy egocéntrista -lo reconozco- y no es que quiera ser así. Y si a eso le sumamos que voy a cumplir treinta y todavía no puedo dormir con las luces apagadas, definitivamente necesito madurar. Como? No lo sé... Pero lo voy a intentar...Para variar...
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